sábado, 21 de febrero de 2015

Hora de apagar la tele

Hace unos días mi familia y yo visitamos a unos conocidos en su hogar. Al llegar, padre e hijo estaban ensimismados tirados en el sofá viendo una serie de dibujos animados llamada Hora de Aventuras. Durante nuestra estancia practicamente pasamos desapercibidos, si bien se emitía un capítulo tras otro.....
Esa triste imagen me hizo pensar y es que actualmente hay un sinfín de dibujos animados que buscan captar la atención tanto de niños como de adultos. Los Simpson rompieron esa barrera de dibujos para todos los públicos a los que siguieron otros como aquellos de tan mal gusto llamados South Park.
Así que hoy en día nos encontramos con series como Hora de Aventuras, Historias corrientes y otras, o, en menor medida, Bob Esponja que intentan atraer un público adulto sin hijos  que compre el merchandising de la serie así como a los más pequeños que chantajean a sus padres con el mismo fin.
  Desde luego, si alguien medianamente coherente ha visto, por ejemplo, Hora de Aventuras, habrá sacado como conclusión que esos dibujos no son para niños, sin embargo se emiten a todas horas en cadenas infantiles. No hay que ser pedagogo para darse cuenta de ello. 
  Aunque hora de aventuras  fue creada por P. Ward, actualmente trabajan en la serie otros colegas como Adam Muto, Rebeca Sugar o Kent Osborne, que lo hizo anteriormente en Bob Esponja. En una reciente entrevista  Osborne aseguraba: "Sólo hacemos cosas que nos gustan y que pensamos que son graciosas". Entonces, ¿tienen en cuenta que su producto final será devorado por niños? En realidad, no.
  Los que teneis cierta edad recordad aquellos dibujos animados con los que nos criamos, sólo a horas puntuales, como Willy Fogg, Los pitufos, D'Artacan, Tin Tin, David el Gnomo, .... donde se reforzaban los valores que te enriquecían como persona y luego observa la basura que emiten a todas horas del día, con series de personajes irracionales en situaciones esperpénticas, en cadenas monotemáticas cuyo único objetivo es confundir a tus hijos, evitar que piensen y adherirlos lo antes posible al redil de borregos de esta sociedad.
  Permiteme un consejo: pasa tiempo con tus hijos, ofreceles alternativas y hazles un favor a los más pequeños,.... apaga el televisor.

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