Tras cinco meses de 'negociar' aquí y allá, Angela logra un acuerdo de gobierno con Martin y su partido (¿alguien lo dudaba?). Queda demostrado, una vez más, que no existe ni derecha ni izquierda, sólo putrefacto sistema ansioso de más poder y dinero. ¡Pobre Alemania! ¡Qué lástima de Europa!
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