domingo, 4 de marzo de 2018

Boko Gentuza

  Hace mil años en la Península Ibérica se libraba un combate desigual contra el invasor musulmán. Muchos hombres murieron defendiendo estas tierras y muchas mujeres hispanas fueron raptadas como botín de guerra.
  Un milenio más tarde podemos ver las mismas tácticas ejercidas por el grupo Boko Haram en el noreste de Nigeria y países circundantes -Niger, Chad y Camerún- ya no sólo contra cristianos sino contra todo el que no comparte su concepción religiosa, el wahabismo, importado de la todapoderosa Arabía Saudí, emulando al desaparecido califato del Daesh.
  Su última heroicidad ha sido secuestrar a 105 muchachas y niñas de la escuela femenina de Dapchi (Nigeria), replica exacta del famosísimo secuestro de Chibok hace unos años. Es triste pensar que el destino de esas féminas será el de ser violadas una y otra vez por estos yihadistas hasta quedarse embarazadas y tener hijos que serán adoctrinados para autoinmolarse en atentados suicidas o seguir la estela de violencia de sus progenitores varones.
  En un acto de hipocresía mundial el secuestro de Chibok provocó el movimiento Bring back our girls que no consiguió nada, a parte de bonitas fotos de famosos con cartelitos solidarios. Ahora tras lo acaecido en Dapchi ni eso; parece que el mundo sólo quiere su poder militar para asegurar sus sistemas estratégicos y económicos. Queda claro que en el sistema democrático capitalista, en cualquier país del planeta, interesan los beneficios económicos, no las personas.....

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