domingo, 22 de marzo de 2020

Putin forever

El Instituto Sociológico Levada presentó su encuesta anual sobre Historia. Formularon la pregunta: ¿Cuál es el personaje más grande de la Historia?
  La lista de personajes históricos que contestaron los rusos encuestados no tiene desperdicio: Para un 38% de los rusos es Josef Stalin, seguido del actual presidente Vladimir Putin con un 34%, a los que preceden A. Pushkin, Lenin, el zar Pedro I el Grande, el astronauta Yuri Gagarin, León Tolstoi, el mariscal G. Zhukov, Catalina la Grande.....
  Si desgranamos la lista, a parte de dos literatos como Tolstoi y Pushkin -ambos por cierto de alta cuna-, tenemos a cuatro personajes de la 'era soviética' -Lenin, Stalin, Zhukov y Gagarin-, dos zares -Pedro y Catalina- y al presidente actual, Putin. No hay ningún personaje no ruso en la lista.....

  ¿Estáis sorprendidos? Las respuestas no son una casualidad y yo mismo, modestia a parte, podría haber acertado cinco o seis nombres de los diez primeros del listado. Es extraño que se encuentren en cabeza de lista cuatro personajes soviétivos ideologicamente confrontados con otros dos que son de corte zarista-absolutista, y por otro lado resulta llamativo también que se encuentre Putin, cabeza actual del Estado, representando el segundo personaje histórico más importante del mundo, cuando por ejemplo Napoleón se encuentra en el 16º lugar de la lista. Pero es que si sumamos los porcentajes de Stalin y de Putin, entre ambos han recibido los votos del 72 % de los encuestados, es decir, sumando todos los otros personajes votados sólo obtienen el 28%.
  Todo tiene una explicación y estas respuestas  obedecen a las políticas educativas y de propaganda llevadas a cabo en Rusia en la última década, desde que Putin llegó al poder se está re-escribiendo la Historia rusa al gusto gubernamental.
  Se está inyectando en la población rusa un modelo mono-ideológico de Estado (el del partido gobernante de Putin, que en los países occidentales sería la defensa de la Democracia corrupta y decadente) así como un 'estilo de vida' basado en el entretenimiento a través de la televisión comercial y el control de las nuevas tecnologías (usando exactamente las mismas técnicas que en Occidente). A través de estos canales se ha despolitizado la era soviética, basandola únicamente en la victoria sobre el nacionalsocialismo, en lo que la propaganda rusa denomina Gran Guerra Patriótica. Desposeido de carga ideológica el pasado soviético se convierte en una fuente de energía de patriotismo para los rusos de hoy.
  El discurso lanzado a la juventud es el del modernismo, controlado por el Estado, que inocula valores como el consumo y el éxito individual (Putin es un ejemplo de ello) mezclado con la grandeza nacional del imperio zarista y la nostalgia del pasado soviético.
 En http://elfarodelsurdeeuropa.blogspot.com/2017/12/otra-vez.html ya hablábamos de un Putin endiosado y venerado y estábamos a la espera de conocer qué fórmula usaría para perpeturarse en el poder; con apoyo popular del 70% en las encuestas el próximo 22 de abril se celebrará un referendum sobre el cambio constitucional  en Rusia, lo que los medios han pasado a llamar un 'referendum sobre Putin' lo cual permitiría a Putin optar a un nuevo gobierno tras este mandato, en 2024. Con una oposición dividida y controlada por el gobierno, nada ni nadie podrá parar el hecho de que Putin envejezca sentado en el trono del Kremlin.

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