No quiero dejar pasar la oportunidad de recordar un año más a dos excelentes camaradas que nos abandonaron en sendos accidentes de tráfico. Daniel de Lérida y Carlos de Castellón siempre estaban dispuestos a ayudar cuando se les necesitaba; en lo personal ambos tuvieron con el que escribe un trato excelente y siempre apoyaron de manera activa tantos mis proyectos personales como muchos otros en la escena.
Dani, Carlos, os echo de menos. ¡Nunca os olvidaré!
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