Con lo malo que ha resultado el fuego en los campos este verano en Cataluña, parece ser que la ultraizquierda catalana quiere seguir alimentando con fuego las calles sin darse cuenta que pueden quemarse.
Para celebrar el día de su denominada identidad nacional en vez de demostrar amor por lo que creen suyo, la ultraizquierda prefiere demostrar odio hacia los demás, con el beneplácito de los democratas catalanes, con la quema de algunas banderas, entre ellas la española, sin darse cuenta de que quizás muchos españoles amemos a Cataluña mucho más de lo que ellos podrán amarla jamás.
Tras el baile de cifras sobre los participantes en la marcha independendista catalana, algunos políticos acusan a España del lamentable estado social y financiero en el que se encuentra Cataluña, seguramente para enmascarar su propia ineptitud y su falta de dotes como gobernantes, además de tener la cara dura de vislumbrar un posible referendum independentista en Cataluña.
No os equivoqueis: Cataluña es España.
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