domingo, 18 de febrero de 2018

Siria no tendrá paz

  Eran muchos los que creían que con la caída del Daesh el conflicto sirio bajaría su intensidad y tendría una solución pacífica. Lejos de este escenario, los tambores de guerra en Siria no hacen más que redoblar con más fuertes.
  Por un lado, Turquía invade la región siria de Afrín con el fin de despejar la frontera turco siria de kurdos, sirviéndose para ello de todo su potencial bélico así como de las milicias árabes del ELS que luchan con Al Assad; a su vez EEUU -aliado de Turquía- ha sostenido y entrenado  a los kurdos para usarlos como fuerza de choque contra el Daesh. Este enfrentamiento corre el riesgo de romper la alianza turco-americana y de entregar a la península de Anatolia a una alianza geoestratégica con Rusia, cosa que ocurre ya en el campo energético y comercial.


  Por otro lado, en vista de que derrocar a Al Assad es más difícil de lo     que parecía, los israelíes mantienen una campaña de bombardeos estratégicos con el fin de mermar la capacidad militar siria, aunque los medios occidentales apenas hablan de ello. El último incidente fue el derribo de un F16 israelí por parte de las baterias de defensa antiaéreas sirias  cuando un grupo de caza hebreo regresaba de bombardear posiciones sirias en Palmira. La cuestión es que los israelíes no desean la continuidad de Al Assad en el poder, aliado de Irán y Hezbolá... Debilitar al máximo el régimen iraní es prioridad israelí, y para ello también usa la diplomacia norteamericana, perro fiel del sionismo.

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