viernes, 23 de octubre de 2015

Democracia, dinero y teatro

  Alemania por boca y mano de la Sra. Merkel ofrece a Turquia 3.000 millones de euros para que el país musulmán controle e impida el flujo migratorio hacia Europa, que especialmente se decanta por el gigante germano, pero ¿no es acaso lo que Turquía tendría que estar haciendo sin que nadie le recompensara economicamente por ello? ¿O es que Turquía lo que estaba haciendo es alentar y animar a los sirios a moverse hacia Europa? En cuatro años de guerra en Siria, apenas un puñado de refugiados y ahora, en un lapso de tiempo corto, como si de un mago se tratara, han aparecido ante nuestros ojos decenas de miles de árabes llamando a las puertas de Europa, países como Alemania se encontrarán con entre ochocientos mil y un millón de solicitantes de asilo en este año. Esto supondrá a medio plazo un gran problema económico para todos los europeos por la necesidad de sustento, además de una devaluación del salario medio europeo al acceder inmigrantes y refugiados al mundo laboral y bastante bajo están ya los sueldos en países como España, Portugal o Italia, ¿no sabían por ejemplo que tras el derrocamiento y asesinato de Gadafi, presidente del país más próspero de África, Libia sería una plataforma de inmigración hacia Europa? ¿Querrá alguien convertir Siria en otra tierra sin dueño donde el petroleo barato y el flujo migratotio sean la mayor actividad económica? ¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Magia? No, una conjunción de intereses con tres actores principales: políticos, grandes multinacionales y mafia.
   Las mafias lavan el dinero procedente de la droga, las armas o los inmigrantes a través de las grandes empresas multinacionales que necesitan liquidez a mucho más bajo interés del que pueda ofrecerles un banco, tras lo cual las grandes empresas inyectan dinero a tal o cual partido o gobierno a través de fundaciones o terceros, según sea necesario; para más inri, ¿puede una empresa petrolera o gasística conseguir mejores condiciones de negocio en un país caótico y pobre, o en una nación soberana con un gobierno fuerte? ¿Puede un país o un grupo de países organizar una guerra para enriquecer a sus grandes empresas, dar negocio a las mafias y, encima, empobrecer un poco más a sus ciudadanos para así poder controlarlos mejor?
   Pero que no cunda el pánico, para que nadie pueda acusarme de algo, no soy el primero en señalar en esa dirección. Ya en abril del año 2000 Le Monde Diplomatique publicó un artículo de C de Brie y J. Maillard sobre este sistema operativo de las finanzas internacionales conectadas a política y mafia, que es un secreto a voces desde hace tiempo, el dinero de la droga, por ejemplo, que mata y atonta a nuestros jóvenes en Europa va a parar en mayor o menor medida a las grandes empresas, un negocio ya destapado en libros o publicaciones como Crossing the Rubicon, Deep Cover o Don't Blink. El triángulo de política, finanzas y mafia dominan el juego y tú, ciudadano europeo, sólo eres un ignorante engañado en un sistema democrático que es puro teatro.
  Al español medio no le importa que lo engañen y lo manipulen, tiene el fútbol y Big Brother 16, ¿a tí te importa?

No hay comentarios:

Publicar un comentario