Secuestro para siempre

  El pasado 15 de abril se cumplió un año del secuestro de más de 200 jóvenes del Instituto de Chibok en Nigeria por parte de Boko Haram. Este llamativos golpe de mano de los seguidores de Daesh puso en el mapa mediático a este grupo guerrillero islamista que cuenta en la actualidad con unos siete mil combatientes y domina la regiones nigerianas de Borno, Yobe y Adamawa.

  Boko Haram ha pasado en cuestión de un año de una posición dominante y ofensiva a batirse en retirada a sus fuertes feudos en Nigeria. Su error residió en atacar poblados fronterizos en Chad y Níger, en los alrededores del gran lago Chad que ha obligado a los países limítrofes como Níger, Camerún -en menor medida- y especialmente a Chad a tomar cartas en el asunto empleando aviación y bombardeos sobre las posiciones de la guerrilla.

 

Abubaker Shekau, líder de Boko Haram

  El mediático ataque del secuestro de las doscientas niñas impactó al mundo y sacó a un montón de hipócritas famosos sin sustancia cinco segundos en televisión, suficientes para ponerse una camiseta reivindicativa pidiendo su liberación; aunque estadísticamente se calcula que Boko Haram ha secuestrado a unas dos mil mujeres en los últimos años, era este el momento de ceñirse la camiseta.

  Las niñas secuestradas, que son cristianas, supuestamente han sido obligadas a convertirse al Islam.

  Obviamente el secuestro sólo atiende a un motivo y no es otro que la necesidad de nutrir de esposas a sus combatientes y poner sus úteros al servicio del Islam teniendo futuros combatientes.... Esos niños nacidos y adoctrinados bajo el radicalismo serán máquinas insensibles de matar.

  En tierras de España o los Balcanes hace unos 1.750 años también las mujeres cristianas eran secuestradas y arrancadas de sus hogares por los guerreros musulmanes para no volver jamás.