España vuelve a celebrar con la pompa y el bombardeo mediático habituales el Día de la Constitución española, la madre de todas la leyes. Viendo lo que sucede en este país y leyendo algunos de los artículos en la Carta Magna publicados, no sé si el 6 de diciembre es más un día para reir o para llorar.
De todas formas e intuyendo un cambio de gobierno, más a la izquierda, para el futuro en las próximas elecciones nacionales, no creo que a dicha Constitución le quede mucho de vida. Sin duda alguna, partidos de izquierda como PSOE y Podemos, con la connivencia de IU, abanderaran un cambio. Los cambios sólo supondrán un guiño a los separatistas y poco más; mientras el ciudadano seguirá viviendo bajo el yugo del capital y el gran hermano.
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