Muchas han sido las voces críticas con la actuación italiana durante la II Guerra Mundial, pero a través de estas páginas Luis de la Sierra, un auténtico experto en guerra naval y en temática de la gran guerra con innumerables títulos publicados, nos relata con todo lujo de detalles lo acaecido en las aguas del "mar nuestro" durante aquellos años de conflicto, siendo especialmente reseñable el ímpetu y espíritu del marino italiano.
Antes de sumergirse en la suerte de armas el autor desgrana un tanto los años anteriores, cuando Italia orientó la construcción de su marina de guerra en equipararla a la francesa preveyendo que sería su gran rival en el Mediterráneo, cuando la realidad fue que tuvo que enfrentarse a la británica: mejor posicionada (eje Gibraltar-Malta-Alejandría), tecnológicamente mejor equipada (radar, detectores acústicos, portaaviones, aviación naval,...) y con unos mayores recursos (suministros petrolíferos inmensamente mayores). Las ventajas británicas condicionaron la guerra desde sus inicios.
El traslado del escenario bélico a Africa supuso una mayor importancia del control de las aguas mediterráneas, sobre todo, a la hora de suministrar material de guerra del Eje a la orilla africana, lo cual movilizó unidades aéreas y marítimas alemanas hacia esta parte del mundo, que fue decreciendo por la invasión a Rusia y la evolución del conflicto.
La lectura no tiene desperdicio para los amantes de la historia militar o el mundo marítimo. Escrito con multitud de detalles y aclaraciones que hacen más compresible su lectura, que abusa, quizás de términos marinos, difíciles quizás de comprender para las personas de tierra adentro. La edición que aquí expongo consta de poco más de 470 páginas. Buen libro.
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