A menudo cuando escuchamos a gente débil decir que actúan como “lobos solitarios”, no solo nos causa gracia sino pena. Estos quietos de mente y secos de corazón se escudan en ello para inactuar, dejando mal parado al movimiento en general. Esperamos que este artículo sirva de algo: movilizar la sangre de estos que dicen ser iguales a nosotros pero que nada tienen que ver con nuestra estirpe guerrera.
Nuestro mayor héroe decía que antes de perpetuar una organización se debía diseminar la propaganda, con el fin de analizar los elementos propicios para una dirección en la organización del partido. En tanto, otro punto importante de aclarar es la diferenciación entre lo que es un militante de lo que es un adepto.
El adepto es aquel que declara hallarse de acuerdo con los fines a que tiende una organización, en cambio, el militante es aquel que lucha por ella.
“Como la calidad del adepto exige solamente el reconocimiento pasivo de una idea, y la cualidad del militante la representación activa y su defensa, entre diez adeptos se encontraran al máximo uno o dos militantes”.
Es por ello que resulta imperante que cada persona reconozca el lugar que quiere y/o este dispuesto a ocupar. Pero lo que también deberían saber es que todos podemos servir a la causa. Así, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, podremos luchar unidos por un mismo ideal. Las maneras de “servir a la causa” son variadas, ya sea: diseñando propaganda, escribiendo para periódicos y fanzines, traduciendo a otros idiomas, asistiendo a actos y marchas, creando música, brindando seguridad en eventos, creando contactos con gente nueva, prestando y/o donando recursos económicos, materiales, y espacios físicos, etc.…
El estar organizados, aun en tiempos de postmodernidad decadente, constituye una real amenaza al sistema. No porque hagamos terrorismo o acciones “provocadoras” en la vía publica, sino porque lo que el sistema quiere es nuestra inacción. Inacción promovida por las nuevas tecnologías, entre otras causas.
Deben recordar que por más que en nuestro tiempo se nos den múltiples recursos para actuar, la juventud esta actuando en menor medida que en otras épocas en las cuales los medios eran más rudimentarios por llamarlos de alguna manera.
El carácter rebelde, antisistema y revolucionario de los jóvenes de nuestras filas esta mutando hacia uno mas dócil, tranquilo y adormecido.
Para los que la raza es lo más importante, les decimos: miren las cifras de inmigración en sus países. Caminen los centros comerciales. Miren los rostros de los niños al salir de las escuelas. Analicen los textos escolares que se les esta dando. Y ahí quizás comprendan lo mal que estamos y la necesidad de actuar hoy mas que nunca.
A los que quieren un país soberano les decimos: miren las acciones de lobby de los entes mundiales, el crecimiento de los bancos, con sus créditos mágicos y sus tarjetas usureras. Solo interiorizándonos en nuestra economía política actual comprenderemos que los números no son los que nos muestran y quienes son los que ostentan el poder.
Aunque una persona tenga voluntad de lucha, las limitaciones son mucho más amplias cuando se actúa solo. Estando organizados, se aúnan esfuerzos, y con esto se consiguen mayores logros. Para que una organización funcione sanamente necesitamos no solo un líder que nos guíe sino también gente dispuesta a trabajar laboriosamente. Cada uno deberá analizar y reconocer sus limitaciones como así también sus fortalezas. Y sacar provecho de eso, trabajando en el lugar que le corresponda en la organización.
La única herramienta de cambio para el futuro es informarse en las cuestiones que nos afectan como país y como ciudadanos portadores de una estirpe que no debe capitular, pero a su vez organizarse! Que nuestras ansias de cambio no se queden en nuestras mentes! El verdadero cambio exige irremediablemente una acción!
No hay excusas para no trabajar, tampoco para no estar organizados.
WAU Argentina
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